Luego de un largo proceso legislativo, a mediados de agosto se volvió efectiva le ley que regula los casinos online y las casas de apuestas deportivas en Perú. El presidente Pedro Castillo estuvo a cargo de promulgar la normativa. Los operadores ya pueden registrarse en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) para formar parte del aparato fiscal peruano.
Los operadores quedarán sujetos a un gravamen fiscal del 12%. (©Towfiqu barbhuiya/Unsplash)
Casinos online y casas de apuestas, legales en Perú
La reglamentación legal de las plataformas de juego en línea es un asunto de interés central tanto para la industria como para el gobierno peruano. Sin una normativa oficial, resulta imposible distinguir los operadores en regla de aquellos que esconden estafas. Asimismo, mediante una adecuada legislación, el fisco puede ensanchar sus arcas mediante el cobro de impuestos.
Así pues, en Perú se ha promulgado la ley que contempla la actividad de los casinos online y las apuestas deportivas. Tras varios meses de debate en las cámaras parlamentarias, la legislación se volvió efectiva en un acto encabezado por el presidente de la República, Pedro Castillo, y el representante del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Roberto Sánchez. A partir de ahora, las plataformas de juego deberán registrarse para recibir una licencia y operar en el marco reglamentario.
La ley se basó en dos proyectos alternativos que circulaban en el Congreso, promovidos desde el Poder Ejecutivo o desde el propio Parlamento, respectivamente. El reglamento establece controles de calidad estrictos para las plataformas que se registren, en función de promover el juego responsable y prevenir la ludopatía. También marca un gravamen impositivo del 12%.
Los impuestos recaudados irán distribuidos a distintas áreas, conforme explicita el texto de la legislación. Un 40% quedará en manos de Mincetur, el Ministerio encargado de entregar las licencias operativas. Ese fondo tendrá la misión de fomentar el turismo en Perú. Otro 40% quedará en el Tesoro Público, de los cuales una mitad será utilizada por el Ministerio de Salud para políticas de salud mental, y la otra mitad se reservará el fisco. El 20% restante de los impuestos se enviará al Instituto Peruano del Deporte (IPD) para el estímulo a esa actividad.
Tras los pasos de otros países latinoamericanos
En la promulgación de la normativa, el presidente Castillo ponderó la actualización legal que sigue la corriente regulatoria del continente. Cada vez son más los países de América Latina que reglamentan los casinos online y las casas de apuestas deportivas. Castillo también puso los ejemplos de Europa y los Estados Unidos.
Puntualmente en América Latina, los últimos años estuvieron marcados por el tratamiento de estas ideas en las cámaras parlamentarias. Argentina ha dado el ejemplo con la habilitación de la actividad en la mayoría de sus provincias desde el año pasado (el rubro no está a cargo del gobierno nacional). Desde entonces se han dado numerosas mejoras tanto en el uso de los servicios como en la solvencia de las empresas proveedoras.
Asimismo, la Cámara de Senadores de Uruguay aprobó su ley de juego online este mismo mes. Chile pareciera estar listo para seguir los mismos pasos. En Brasil, la normativa recibió el visto bueno de la Cámara de Diputados, pero aún espera por su tratamiento en el Senado. El país está inmerso en un agitado clima política que posterga indefinidamente la aprobación del reglamento.
Críticas a la ley desde las entidades peruanas del rubro
A pesar de significar un avance para la industria, muchas instituciones de juego del Perú han alzado sus voces para marcar los puntos desfavorables de la flamante legislación. La Asociación Peruana de Apuestas Deportivas (APADELA) ya había resaltado, antes de la promulgación, que el impuesto del 12% solo se aplica a las empresas radicadas en el país. Esto dejaría libre de gravámenes a los operadores ubicados en el extranjero.
Para APADELA, esto podría funcionar en detrimento de la industria nacional. En el país hay unas 275.000 personas que trabajan en el rubro, ya sea vinculadas de manera directa o indirecta. Esos puestos de trabajo podrían peligrar si los operadores internacionales logran una preeminencia sobre los locales.
Desde la Asociación Peruana de Juegos de Azar (APEJA) también se manifestaron en disconformidad. Su representante Constante Traverso planteó su preocupación por las restricciones al libre desarrollo de las empresas de juego. Así y todo, la ley tendrá la chance de probar su utilidad, y a partir de esa experiencia se podrán realizar las modificaciones que sean pertinentes.
nan
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