A fines de septiembre se aprobó la nueva Lei Reguladora de Xogos de Galicia, que pondrá más limitaciones al crecimiento de la industria. Será implementada en el 2023. Entre sus novedades se cuentan los aumentos de distancias con instituciones educativas y la prohibición de publicidad. Las licencias tendrán una duración menor a la actual, de apenas 15 años.
Cada vez más limitaciones para el crecimiento de la industria en España. (©Aarón González/Unsplash)
Los detalles de la Lei de Xogo gallega
La nueva normativa de juego en Galicia fue aprobada por el Consello de la Xunta y su entrada en vigor será en 2023. Así se resolvió en la última sesión de la junta de la comunidad autónoma del mes de septiembre. El espíritu tiende a ponerles límites a los espacios de juego legal en la región, en virtud de minimizar los riesgos para las personas vulnerables.
En total podrá haber 175 locales dedicados a las apuestas en Galicia. Las licencias están distribuidas de esta manera:
- 2 para casinos
- 2 para salas adicionales
- 12 para bingos
- 118 para salones de juego
- 41 para tiendas de apuestas
Esto implica que solo habrá lugar para 7 licencias más además de las actuales. Los permisos vigentes se extenderán por 15 años, que será el tiempo de validez de una licencia. Las sanciones por diversos tipos de incumplimientos van desde los €100 hasta los €600.000.
Según explicó el vicepresidente de la Xunta, Diego Calvo, una de los principales puntos es que no se admitirán locales de apuestas a menos de 300 metros de centros educativos o de instituciones dedicadas al acompañamiento de víctimas de ludopatía. La distancia mínima en la legislación anterior era de 150 metros, con lo que se ha duplicado. Así y todo, los locales que ya están en funcionamiento podrán mantener su posición, siempre y cumple se respeten una serie de normas.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tuvo palabras generosas con el proceso parlamentario, en vista de que se trata de un tema controvertido y pudo resolverse de manera efectiva. También se creará el Observatorio Gallego de Juego, entidad que se encargará de realizar un seguimiento de las políticas relativas al área en la comunidad autónoma. Las restricciones en Galicia están enmarcadas dentro de las leyes cada vez más estrictas para el sector en España.
Adiós a las bonificaciones y a la publicidad en medios públicos
Las medidas van aún más profundo en el entramado de la industria del juego, y afectarán a las modalidades de apuesta. Los operadores ya no podrán ofrecer préstamos, bonos o ningún tipo de canje a sus clientes. Esta decisión está contemplada en el más estricto de los protocolos de juego seguro.
En el mismo sentido, la legislación tampoco admitirá que las empresas de juego gallega realicen publicidades en ningún horario en los medios de radio y televisión pertenecientes a la comunidad autónoma. Las instituciones que representan a la industria del juego en España vienen reclamando en contra de este tipo de medidas desde hace tiempo, aduciendo que la invisibilidad de los operadores legales no hace más que confundir a los usuarios y abrirle el espacio al juego clandestino.
Todas estas implementaciones atañen solo a los casinos de Galicia y los locales de apuestas que funcionan de manera presencial en la comunidad autónoma. No tienen ninguna incidencia sobre los casinos online, cuya regulación está en manos del Estado nacional. Las máquinas de azar ya instaladas tendrán un año para adecuarse a las nuevas especificaciones de la ley.
Voces críticas desde el empresariado
Los reclamos por las restricciones al juego ya se han hecho oír. Desde la Asociación Gallega de Empresas Operadoras (AGEO) han evaluado negativamente la normativa, en especial por el corto período de validez de las licencias. Los 15 años propuestos por la legislación no parecen ser suficientes para proyectar de modo sostenible en el largo plazo.
Además, desde la industria del juego española ha habido numerosos reclamos, previos a esta decisión, sobre la relativa permisividad con que se trata el área pública del juego. Mientras que las publicidades de las empresas privadas tienen cada vez más limitaciones, los juegos y loterías del Estado gozan de una mayor visibilidad. El presupuesto para marketing ha llegado al record, mientras que en el sector privado cae año tras año.
En tanto que los operadores toman medidas para ofrecer un servicio cada vez más seguro, desde el Estado se limita su crecimiento. Indudablemente, en el centro de la nueva ley gallega está el hecho de que la industria tendrá un techo para su crecimiento. Con apenas 7 licencias por delante y menos margen de publicidad, el panorama no es el optimista hacia el futuro.
nan
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