En los últimos tiempos, cada vez más jugadores argentinos han llegado a instancias decisivas en torneos de prestigio mundial. De hecho, este mismo año se vio a un argentino como protagonista de la ronda final de las WSOP, el evento de póker más emblemático a nivel mundial. Los motivos de este buen momento de los albicelestes en este deporte mental.
Un repentino protagonismo argentino en las World Series of Poker
El póker es una disciplina en la que los sudamericanos se han insertado de manera algo tardía. Durante algunas décadas estuvo domino por la hegemonía estadounidense o europea, pero las cosas parecieran estar cambiando. Así lo muestran los datos: hasta el 2017, ningún argentino se había arrimado a la mesa final de las World Series of Poker (WSOP), pero desde entonces las estadísticas ha tomado un rumbo diferente.
El primer gran paso lo dio el jugador Damián Salas, quien en 2017 llegó a la mesa final de las WSOP y acabó en séptimo lugar. Sin embargo, el argentino daría su gran golpe en el torneo mundial del 2020, cuando se consagró campeón de las WSOP y obtuvo, junto con el brazalete, la suma de US$1.000.000. Se trató de un logro sin precedentes para el póker argentino a nivel internacional, al punto de que hasta el día de hoy no ha sido superado.
El bueno momento de los argentinos se consolidó al año siguiente, el 2021, cuando Alejandro “Papo” Lococo entró en la recta final de las WSOP. El jugador, quien también es conocido como rapero, obtuvo el séptimo puesto, con la suma de US$1.225.000. En esa edición, el campeón fue el alemán Koray Adelmir.
La consolidación del póker argentino se vio este año en la última mesa de las WSOP. Allí se vieron las caras el noruego Espen Jorstad, el australiano Adrian Attenborough y el argentino Michael Duek, quien vive en Fort Lauderdale, Florida. El sudamericano arremetió con apuestas elevadas que sorprendieron a la audiencia y a los demás jugadores, y sumaron magia al show. Sin embargo, sus all-in no alcanzaron para desplazar la supremacía de los otros dos, y acabó saliendo de la mesa primera, con lo que consiguió el tercer puesto. Nada mal para Duek, quien consiguió el mayor premio jamás obtenido por un argentino en un torneo de póker en vivo: US$4.000.000. El ganador, Espen Jorstad, se llevó US$10.000.000, con lo que batió el récord histórico.
Supremacía en el European Poker Tour de PokerStars
Los jugadores argentinos no solo se están haciendo notar en las WSOP sino también en otros grandes torneos mundiales. Tal es el caso del European Poker Tour (EPT) organizado por PokerStars. En la última edición, celebrada en Barcelona, el ya mencionado Alejandro “Papo” Lococo se quedó con el título de campeón.
En la final, el rapero se enfrentó mano a mano al francés Clemente Baltazar. Allí expuso toda su experiencia para quedarse con el premio de €63.880. El segundo puesto tampoco salió mal parado, al llevarse €39.890. El EPT de Barcelona contó con figuras de alto nivel y obtuvo una amplia visibilidad de la prensa especializada.
El argentino viene en una racha increíble: este es su tercer título de EPT en su carrera y también en lo que va del año. En marzo se había quedado con los premios de los eventos organizados en Praga. Así, cada vez se ha vuelto más habitual ver a los argentinos en los sitios de prestigio de los torneos de póker.
¿A qué se debe la preeminencia argentina en el póker mundial?
Hasta hace poco tiempo era extraño ver a argentinos los planos protagónicos. ¿Qué fue lo que ha cambiado para que los jugadores saltaran al estrellato? En efecto, algunos rasgos de la sociedad y la industria del juego podrían dar cuenta del caso.
Para comenzar, los juegos de cartas siempre han sido parte constitutiva del entretenimiento de los argentinos. El famoso “truco” tiene varias características similares al póker, como el bluff y la agilidad de pensamiento. Es un entretenimiento habitual para todo tipo de públicos, que puede servir como sustento o base para el juego de póker.
En cuanto al póker en sí mismo, ha visto una consolidación de su estructura institucional en los últimos años. Esto quiere decir que logró llegar a una audiencia mucho mayor, tanto en el nivel profesional como en las prácticas casuales de juego. De hecho, la Confederación Argentina de Deportes (CAD) estableció el rótulo de “deporte mental” para el póker este año. Esto le da un lugar que desde la Asociación Argentina de Póker se venía buscando desde hacía mucho tiempo.
Asimismo, la industria del juego se ha consolidado en el país en su modalidad virtual desde la pandemia. La mayoría de las jurisdicciones argentinas, incluyendo a la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, sancionaron legislaciones de apuestas online que legalizan la actividad. Así, los juegos como el póker han llegado a un público mucho más amplio que tiene la posibilidad de profesionalizarse. Con la difusión del juego, también llega la constitución de una audiencia más especializada y entendida, que sigue a sus representantes nacionales en los torneos de prestigio.
Con todo esto, pareciera ser que los jugadores albicelestes seguirán dando qué hablar en las primeras planas del póker mundial. Quedará por verse si se trata de una sucesión de casualidades o bien de la afirmación del auténtico interés argentino por este juego.
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