El país sudamericano ha sido el marco de numerosos debates en lo que va del año por la falta de reglamentación de casinos online y casas de apuestas deportivas. Las empresas nacionales se han puesto en contra de las extranjeras que comienzan a instalarse. Ahora se debate el alcance de los impuestos, que también podría afectar a los usuarios.
El gravamen fiscal en la futura ley de juego chilena
Las conversaciones parlamentarias sobre la legalización del juego online llevan un largo tiempo en Chile, y en los últimos tiempos han avanzado de manera marcada. Con las exposiciones de figuras clave en las cámaras legislativas, la cuestión parece más encaminada. Uno de los puntos centrales del debate es el porcentaje de impuestos que deberán pagar los operadores.
Al no tener una reglamentación sobre el tema, se especula que cada año el Estado chileno dejar ir unos US$100 millones que se fugan al extranjero. Los diversos proyectos de ley que circulan en las cámaras del Parlamento contemplan cifras cercanas al 20% de contribución impositiva para las plataformas que obtengan una licencia. Se trata de un número similar al adoptado en otras normativas recientes de América Latina.
Sin embargo, en Chile se evalúa también una medida que no se ha aplicado en otros países de la región, y es un impuesto a los propios usuarios de los servicios. Tal como algunos productos, el juego estaría gravado de manera excepcional. Los jugadores acabarían pagando un 15% de tasas. Esta decisión aún no está confirmada y podría mudar en el proceso de debate.
En cuanto a las casas de apuestas deportivas, tendría un gravamen extra del 2% de sus ganancias brutas anuales. Esa suma estaría destinada a la Federación Deportiva Nacional. En esto, se asemeja a la legislación peruana, en la que hay deducciones orientadas al fomento del deporte. Asimismo, el 1% de lo recaudado en cada año por todos los operadores con licencia iría a las organizaciones que se dedican a la promoción del juego responsable. Se espera que la votación de esta ley se lleve a cabo a fines de este período o a comienzos del 2023.
Tensión entre empresas de juego
La falta de actualización en las leyes ha llevado a desencuentros entre empresas del mismo rubro. Entre ellas se cuenta la demanda iniciada por el Grupo Dreams a Betsson, la operadora sueca, por su actividad comercial en el país. El paso legal fue dado por el Casino Monticello, que es propiedad de la firma chilena.
En el mismo sentido, la Polla Chile de Beneficencia obtuvo un fallo negativo en la Corte Suprema por su pedido de cierre de plataformas. La empresa nacional es la única con permiso para la explotación de apuestas deportivas y, en vista de que se han acercado más operadores al mercado, reclama su derecho a la exclusividad. Sin embargo, las reglas parecen a punto de cambiar a favor de una actividad con más competencia.
La publicidad de las casas de apuestas deportivas está en el centro del debate, y la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) emitió un comunicado en el que advertía a los contratantes. Numerosos legisladores han puesto en marcha proyectos para restringir la práctica. El propio presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad, fue llamado a dar declaraciones sobre el tema en la Comisión de Economía del Congreso de Chile.
Trabas y demoras en el tratamiento de la ley
Si bien la ley de juego online viene rondando las entidades parlamentarias desde hace tiempo, aún no ha sido tratada en ninguna de las dos cámaras. Desde hace meses hay dos proyectos que pasan por las comisiones de análisis, sin que se dé el paso clave hacia el debate entre los legisladores y su votación. El impulso que le ha dado el ex presidente, Sebastián Piñera, no alcanzó para gestionar su aprobación. La actual dirigencia del Poder Ejecutivo es menos cercana a los intereses de la industria.
El gobierno está a la busca de demorar las tratativas en función de debatirlas junto con los impuestos correctivos en el último trimestre del año. Sin embargo, la situación en Chile pareciera clamar por una resolución más sumaria, en vista de que los operadores de juego en línea ya están activos comercialmente en el país. Muchos de ellos, como Betano, que patrocina a la U de Chile, y Betsson, que hace lo propio con Colo Colo.
Al tratarse de un tema que divide la opinión pública, las figuras políticas intentan repararse de los cuestionamientos de los distintos sectores interesados. Eso hace que muchos funcionarios no tomen partido de manera decidida y la votación se siga postergando. La iniciativa de los legisladores será fundamental en la continuidad de estas negociaciones.
nan
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